-Bueno, este artículo no se va a escribir solo -dijo Jorge sentado ante el ordenador, entrelazando las manos y haciendo crujir los dedos, símbolo inequívoco de empezar a teclear, pero junto con el crack de sus articulaciones algo hizo clic en su cabeza, una idea surgió y asomó en forma de enigmática sonrisa en sus labios. ¿Cómo podía estar seguro de que era así, de que si aguantaba el tiempo suficiente el texto no aparecería mágicamente ya redactado? Sólo había una forma de comprobarlo, aun a riesgo de dejar tirados a sus casi dos docenas de lectores, que se dice pronto. Y así comenzó el pulso.
El primer día no se molestó en comprobar si su plan había tenido éxito. Era demasiado pronto. El segundo día no se pudo resistir a echar un vistazo al documento de texto. Mientras hacía doble click para abrir el archivo su corazón se aceleró, obviando el 0 kb que aparecía en la columna de la derecha, y casi pudo visualizar lo que se encontraría a partir del segundo párrafo...
No, claro que no está todo permitido. Es un deporte de contacto, no la guerra. No se pueden usar armas de fuego contra un rival. De hecho, los jugadores ni siquiera pueden portarlas. Y tampoco se puede agarrar a un jugador que no tenga el balón. Sí, algo tan simple como eso está penalizado. Holding, se llama. Es la penalización más común, y la puede cometer tanto el ataque como la defensa.
Por supuesto, ante sus ojos no vio más que una página en blanco. Quizás debería rendirse, aceptar que las cosas no pasan sólo porque tienen que pasar, que algo ha de empujarlas en mayor o menor medida, y que en el caso de la publicación de un artículo sobre fútbol americano la intervención humana, la suya en este caso, tendría que jugar un papel bastante importante, por no decir indispensable. Por otra parte, ¿iba a dejar que el miedo a decepcionar a su, seamos sinceros, escueto grupo de seguidores, le impidiera comprobar, ya no demostrar, si su teoría podría llegar a ser cierta?
-Hell, no!
-¿Qué dices?
-Nada, mamá.
No se molestó si quiera en cerrar el word. Estaba desafiando al destino, retándole a que apartara sus largos dedos de los hilos que movían el mundo y los posara sobre el teclado que tenía ante sí, al que llevaba mirando dos, tres, cuatro horas, cuando decidió descansar la vista un momento y concentrarse en su oído, esperando en cualquier momento el rítmico traqueteo de las ideas transformándose en palabras, de imágenes reducidas a letras, de conocimiento compartido, de la línea ofensiva, esos cinco mastodónticos seres humanos de más de metro noventa, ciento cuarenta kilos, intentando comprar tiempo a su quarterback o creando huecos para que su running back avance lo máximo posible a base de choques y empujones contra sus némesis, la línea defensiva y linebackers, más ágiles y rápidos. Los veía claramente.
Blanco: cuatro defensive linemen y un linebacker. Verde: los cinco ofensive linemen con dos tight ends en los extremos. |
El balón sale hacia atrás y el suelo tiembla. El choque es brutal, y tu misión es que, pase lo que pase, tu hombre no te supere, porque si lo consigue...
Y te ves superado, pero no vas a consentir que toquen a tu quarterback, que le hagan un sack incluso, y no puedes evitar agarrar al rival. Un pañuelo amarillo vuela mientras la jugada sigue, mientras el balón vuela hacia la endzone, y tu compañero lo atrapa y celebra el touchdown, pero tú sabes que no es así, sabes lo que has hecho, sabes que te han visto. El árbitro se dirige entonces al público: "During the play, holding, offense 65, 10 yard penalty, still second down".
Jorge abrió los ojos. Era todavía de noche y en la pantalla no veía el sack de Clay Matthews a Colin Kaepernick, ni ninguna otra cosa que no estuviera ahí antes de quedarse dormido. Pero sólo habían pasado dos días desde que había puesto en marcha su plan. El mismísimo Jesucristo necesitó más tiempo para volver de entre los muertos. Todavía conservaba la esperanza.
Llegó el jueves, el tercer día. Jorge decidió no encender el ordenador hasta bien entrada la tarde. ¿Recordáis la esperanza que aún conservaba, dos líneas arriba? Desaparecida. Cerró el documento al que todavía no había puesto título y, sin querer, se sorprendió pensando sobre qué cosas explicar y cómo hacerlo cuando tuviera que rendirse y rebajarse a escribir en persona.
Tendría que hablar de cómo se penalizaban las distintas faltas, dependiendo de qué equipo las cometiera. Si fuera el ataque, se le penalizaría con pérdida de yardaje y, en la mayoría de los casos, se repetiría el down. Si fuera la defensa, se le otorgaría una ganancia de yardaje al ataque y, en casi todas las situaciones, el primer down automático.
Por supuesto, debería comentar también que las faltas que se producen durante una jugada se señalan lanzando un pañuelo amarillo por el árbitro que la ve, y no es hasta que acaba la jugada cuando se informa de qué falta se ha cometido y cuál es el castigo. Además, el equipo que sufrió la falta puede elegir aceptar o declinar la penalización. Pensó en un ejemplo de eso, tanto para el ataque como para la defensa.
Se imaginó a la línea ofensiva protegiendo al quarterback y a un miembro de la línea defensiva empujando con su mano sobre el casco del defensa, en vez de sobre el pecho (illegal hands to the face, 5 yards, automatic 1st down) o agarrándolo por la máscara del casco (facemask, 15 yards, automatic 1st down), pero pese a eso el quarterback consigue realizar el pase, que es atrapado por un wide receiver consiguiendo una ganancia de 20 yardas y el primer down. Entonces el árbitro anuncia la falta, pero el equipo atacante rechaza la penalización, obviamente, ya que lo conseguido en la jugada es mejor que lo que obtendrían por la penalización. ¿No había comentado algo sobre esto en el gif de la increíble recepción de Odell Beckham Jr.?, pensó Jorge.
"En la jugada se puede ver cómo el árbitro lanza un pañuelo amarillo por una falta que se produce en la jugada, pero eso te lo explicaré más adelante." |
Si no le fallaba la memoria, el defensa agarraba y tiraba del brazo izquierdo del rookie de los Giants cuando el balón se dirigía a éste, lo cual es una falta llamada pass interference. De hecho, cualquier contacto con intención de molestar al receptor al que va dirigido el balón se señala como pass interference, y se penaliza con la posesión del balón en el punto en el que se produjo la falta, a no ser que la falta sea dentro de la endzone. Entonces el balón se juega desde la yarda 1. Como la jugada había acabado en touchdown, recordó Jorge, la penalización había sido declinada.
-¿Cuándo rechaza la defensa una penalización contra el ataque? -pensó Jorge en alto intentando recordar los partidos que había visto ese año, volviendo con esas palabras a la realidad de que iba a tener que teclear con sus propias manos si quería ver publicado la tercera parte de su especial sobre la Super Bowl 2015. -A ver, cómo en las penalizaciones sobre el ataque con el juego en marcha, además de la pérdida de yardas se repite el down... Entonces sólo la rechazarán cuando la penalización sucede en un tercer down en el que el ataque, además de cometer la falta, no consiguió el primer down, y además se encuentran fuera de field goal range, por lo que se verán obligados a chutar el punt. Bueno, eso, y cuando la jugada acaba en una intercepción o fumble, claro.
A lo largo del día se le fueron ocurriendo cosas sobre las que escribir. Explicaría brevemente que golpear a un rival tras darse por finalizada una jugada, o estando éste en el suelo, o emplear dureza excesiva, como golpear por encima de los hombros, estaba penalizado con 15 yardas y hasta la expulsión del jugador que cometía la falta, y que había otras faltas por el estilo pero que no tenía por qué comentar cada una de ellas. Lo que sí consideraba interesante eran las faltas que se cometen antes o durante el snap.
Comenzaría diciendo que una vez el ataque se posiciona, no se pueden mover antes de que empiece la jugada, excepto el center, que si no se mueve tiene difícil realizar el snap (lanzar el balón o entregárselo en mano por debajo de las piernas al QB). Ese movimiento, que puede ser tan sutil como que un miembro de la línea ofensiva amague con moverse, o tan evidente como esto, será señalado como falta (false start).
La defensa, sin embargo, sí puede moverse libremente antes del snap, continuaría escribiendo. Si un defensa, debido a ese movimiento, entra en la zona neutral o la supera (la que delimita el balón en la línea de scrimmage) y debido a ese movimiento provoca que el ataque salte (false start), la falta será señalada contra la defensa (neutral zone infraction).
Si el snap se produce cuando un defensa se encuentra en esa zona, se señalará offside. Si el defensa invade la zona neutral pero regresa a su campo antes de que se realice el snap y sin haber provocado un false start en el ataque, no se señalará infracción alguna. Esas tres faltas están penalizadas con 5 yardas contra el equipo infractor. Las dos primeras se producen antes del snap, por lo que el balón no se llega a poner en juego. Sin embargo, el offside, al producirse durante el snap y, por tanto, con el juego vivo, tiene una consecuencia realmente interesante para el ataque.
Lo que hacen los quarterbacks muchas veces es amagar que ordenan el snap para que la defensa salte e invada la zona neutral. Si cuando esto ocurre consiguen hacer el snap sin cometer previamente una false start, habrán provocado el offside y tienen lo que se denomina free play. Es decir, el balón está en juego y el QB sabe que hay una penalización contra la defensa, por lo que puede buscar un pase profundo, arriesgado, tratando de ganar mucho yardaje, sin miedo a una intercepción, ya que si ésta se produce no tendrá más que aceptar la penalización, ganando 5 yardas, y si el pase tiene éxito la declinarán. Win-win.
Jorge se fue a la cama sin haber escrito una sola palabra todavía, pero teniendo bastante claro el esquema general de lo que iba a contar. Se levantó temprano, según la hora del pacífico, y comió. Tras tomar un café, tomó otro, y por fin se sentó ante el ordenador, motivado, concentrado. Quizás por eso tardó unos segundos en darse cuenta de que el documento sin nombre tardaba más de la cuenta en abrir, y que no era una hoja en blanco lo que le devolvía su anonadada mirada.
Así por encima no parecía palabra por palabra, imagen por imagen, lo que el había pensado, pero qué demonios, resultaba que ese artículo sí que se escribía solo. Exultante, leyó:
Hoy toca hablar de las dos normas más importantes del fútbol americano.
1. Los jugadores han de ir correctamente equipados.
Falta, pero NUNCA tarjeta amarilla |
2. El fútbol americano lo practican personas. En el futuro nosotras, las máquinas, podremos formar nuestros propios equipos.
Recreación de la Super Bowl LX3: victoria aplastante de los Little Rock Little Cars sobre un montón de apestosos y mortales humanos |
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